La importancia del agua en la pintura.
El agua ha sido reflejada en las obras pictóricas de muchos artistas a lo largo de la Historia del Arte. El agua es un elemento esencial de la naturaleza y un recurso imprescindible para todas las formas de vida. Su importancia y valor se incrementa aún más en Andalucía, ya que, aunque no es escasa, en dicha zona su presencia es limitada.
En primer lugar, hay que destacar las excepcionales cualidades del agua y el hecho de ser un elemento esencial. De hecho, el griego Tales de Mileto la definió como «el principio de todas las cosas». También el genio renacentista Leonardo da Vinci dijo de ella ser «el vehículo de la naturaleza». Además, hoy día, los científicos la consideran «el alma del planeta azul».
Por consiguiente, todo ello no ha sido inmune a la sensible mirada artística. Por lo tanto, en sus obras, los pintores van a plasmar este elemento crucial de la vida y de la naturaleza aludiendo tanto a sus características físicas como sensoriales, a su capacidad para evocar y a sus distintas formas.
La estrecha unión del agua y la sociedad en la pintura.
El gran número de artistas de todos los tiempos que representa el agua en sus pinturas pone de manifiesto el decisivo papel de ésta en la sociedad. Así, aparece presente en escenas que muestran la vida cotidiana, las diferentes formas de vida, las costumbres, las actividades de ocio y tiempo libro, las tradiciones lúdicas y las distintas condiciones sociales. Y, por supuesto, aparece también como un elemento clave en las comunicaciones, la agricultura, el comercio, la industria, la energía o el turismo.

Niños en la playa. Joaquín Sorolla.

Tahitianas en la playa. Gauguin.

Lavanderas. Gauguin.

El pescador con la caña. Corot.

Navegando sobre un barco. Friedrich.

El aguador de Sevilla. Diego Velázquez
El agua como principal fuente de inspiración del paisaje pictórico.
Sin lugar a dudas, el agua es una de las principales fuentes de inspiración del paisaje pictórico. Puede aparecer en sus diferentes estados, ya sea sólido por medio del hielo o la nieve, o líquido a través de lluvia, ríos, arroyos, mares….
Dentro de la pintura paisajística, el agua es un elemento al que frecuentemente acuden los artistas, bien para hacer notar su encantadora presencia en forma de apacibles paisajes con ríos o arroyos, bien para mostrar su lado más terrorífico a través de naufragios o las terribles sequías. Este género artístico, que muestra en las pinturas la relación entre el ser humano y la naturaleza, ha recurrido frecuentemente a paisajes fluviales o marinos donde el agua se convierte en la principal protagonista.

Paisaje de invierno. Friedrich.

El naufragio. Turner.
La simbología del agua.
A lo largo de la historia, el agua ha estado cargada de un gran simbolismo y esto se ha visto reflejado a menudo en la pintura y especilamente en el paisaje pictórico. De este modo, aparece tanto en obras alegóricas o mitológicas como en producciones religiosas, siendo El Bautismo de Cristo uno de los temas más recurrentes en estas últimas.
Y, por supuesto, dentro de la simbología del agua, hay que aludir a su alusión a la fuente de vida, a la fecundidad y a la pureza.

Paisaje con san Cristobal. Patinir.

El bautismo de Cristo. Patinir.